La pesca del charrán

Últimamente he frecuentado el margen derecho del río Odiel por motivos de trabajo, sin conocer de manera experta el habitad ni a sus habitantes, es simplemente maravilloso detenerse y observar lo que pasa a tu alrededor cuando estás por allí,. Este día hacía vientecillo, ya de vuelta antes de dejar el espigón, observé a unos charranes que se acercaban a la orilla y de manera acrobática permanecían en vuelo estático a una determinada altitud, con el cuello estirado hacia abajo, fijando su objetivo para caer de forma súbita y vertiginosa sobre la lámina de agua, con captura o sin ella salían de nuevo y volvían a empezar. 
Los que entiendan de aves dirán que esto es lo más común del mundo y lo será, pero yo y mi ignorancia nos quedamos maravillados de las cosas más sencillas, que le vamos a hacer, llamadme simple, jeje. Bromas a parte, merece la pena darse una vuelta solo o acompañado y disfrutar de este grandísimo entorno que tenemos a nuestro alrededor, ahora que todavía podemos. Aquí os dejo una serie que resume lo que os he contado más arriba y bajo la última foto, para los que no conozcáis el lugar, un enlace al mapa.




El charrán patinegro llega volando contraviento.
                                     

                                   
Detiene su vuelo y apunta su cabeza hacía abajo.
                                     


Al final se zambulle velozmente.                            






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